Yago Franco

"De la insignificancia a la autonomía: desarrollos desde Cornelius Castoriadis".

A partir de escenas del film Smoke - (Cigarros). De Wayne Wang/Paul Auster

Presentado en el Congreso de Psicoanálisis-cine y ética, mayo 2006, Universidad de Buenos Aires

 

Por Yago Franco

I

 * Vamos a presentar un dispositivo que venimos construyendo con Héctor Freire desde hace tres años, que en la actualidad ha dado origen a un seminario en curso, sobre el estado del sujeto y de la sociedad, realizando desarrollos sobre todo a partir de las ideas de Cornelius Castoriadis. Seminario que hacemos desde nuestro grupo, Magma,  y en el cual participan varios de sus integrantes e invitados. Esta presentación es una reproducción abreviada de ese dispositivo.

* Haré una breve introducción teórica, luego Héctor un desarrollo desde lo fílmico, veremos 12 minutos de escenas del film, y luego volveremos a desarrollar algunas ideas para luego intercambiar con uds. Tomaremos solamente un par de aspectos de los muchos desarrollados alrededor del film elegido, Cigarros.

* Elegimos al cine para hacer una indagación sobre el modo de ser de la subjetividad y de la sociedad. ¿Por què el cine?. Porque lo entendemos como una ventana abierta a la sociedad y a la subjetividad. En el cine circulan los modelos identificatorios, los objetos de la sublimación que crea determinada sociedad, los modos del sentir, del hacer y del pensar. El cine también muestra  cómo la sociedad administra el deseo inconsciente de sus integrantes pretendiendo imponer un modo de ver el mundo, de sentir y de actuar en él.

* Nuestra indagación actual tiene que ver con lo que Castoriadis denomina como avance de la insignificancia,  y su par antagónico, el proyecto de autonomía. Las sociedad actual sufre el avance de la pérdida de sentido de la vida social. El problema que surge es el de cómo pueden los sujetos habitar un mundo donde el sentido se desvanece constantemente, donde el apoyo que el psiquismo debe encontrar en el sentido socialmente instituido no puede llevarse a cabo más que parcialmente. La significación imaginaria social predominante es la del capitalismo, que está ligada al consumo, la acumulación, el disfrute constante de objetos para conseguirlo, el “siempre más”, en una dialéctica que produce aislamiento y desocialización. Es un  error hablar de una época de individualismo cuando en realidad se trata es de una masificación y anonimato,  producidos por el goce de adquisición de objetos y actividades que producen un creciente aislamiento. Si  de algo se trata es de una era de aislamiento y no de individualismo. Subjetividad y sociedad devienen insignificantes en varios sentidos: como vaciados de significación, orientación y al mismo tiempo banales, superfluos.

* Otro tema desarrollado en esta indagación, es el de la falta-falla de traducción, tomada en un sentido que retoma y prolonga el otorgado por Freud en la Carta 52.  El psiquismo se estructura mediante traducciones. Las representaciones de algo vivido en un momento de la vida se inscriben en un estrato de la psique que posee su propia lengua, y para pasar a otro deben poder traducirse. Inclusive las representaciones del proceso secundario deben poder hallar lugar en los nuevos modos de significar que cada época de la vida impone, la infancia, la adolescencia, la juventud, también los cambios sociohistóricos, los nuevos lazos,  etc. en un proceso que potencialmente no tiene fin y que implica múltiples registros de la memoria. Pienso a la  traducción como producción de sentido. Sostengo que ésta, para poder llevarse a cabo, necesita del apoyo en elementos ofrecidos por la cultura, su universo de significación y también necesita la presencia del otro. El cine mismo puede ser pensado como un intento de traducción que pone a disposición de la psique de los sujetos elementos para su propio trabajo traductivo- elaborativo.

* También sostengo para llevarse a cabo esta traducción necesita temporalidad. El trabajo del duelo nos da un buen ejemplo de esto. Todo duelo necesita de un tiempo para poder ser elaborado y esto forma parte del modo habitual del procesamiento psíquico. Si hay elaboración se podrá traducir. Agamben sostiene que esa incapacidad para traducirse en experiencia es lo que vuelve hoy insoportable  la existencia cotidiana. De esto, agrego, deviene una falta de traducción interna y entre los sujetos. La aceleración del tiempo produce para Virilio un exceso de velocidad que hace que se pase de la reflexión al reflejo. El sujeto no reflexiona sino que actúa por reflejo perdiéndose así el tiempo propio, el de la reflexión. Para Virilio la velocidad es un poder ligado al lema capitalista por antonomasia “el tiempo es dinero“. El sostendrá que el tiempo es dinero y la velocidad es poder. Yo digo que la subjetividad, se esfuma tal como el paisaje visto a través de la ventanilla de un automóvil cuando vamos a gran velocidad.

* Tomados por el sinsentido y  ignorancia de esto, saturada su angustia de desamparo por la oferta constante de objetos, de goce, de diversión, de juventud eterna, los sujetos corren el riesgo de no poder transcribir-traducir su historia, su lazo con el otro y con el mundo. También el riesgo es que el lugar dejado vacante sea ocupado por la televisión y los medios en general, cierto cine y cierta utilización de internet, la publicidad, etc.,

* Castoriadis habla del advenimiento de un nuevo ser , el reflejántropus, quien refleja al mundo hundido en la creencia de ser un individuo libre. Entendemos que todo esto de lo que habla es de un nuevo modo de la alienación y de una nueva forma del poder.

 

II

Cigarros señala un movimiento diferenciado del avance de la insignificancia. Lo hace a partir de mostrar cómo en la vida cotidiana de un pequeño grupo de vecinos de un barrio de una gran ciudad, se produce un modo de circulación de bienes, de dinero, y de lazos, que no es el del capitalismo, con una temporalidad claramente diferenciada de éste, en el cual el tiempo es dinero, mientras que aquí se aprecia el placer en perder el tiempo.

Una de las la significaciones centrales de la película se manifiesta en una palabra que Auggie le dice a Paul cuando está mirando las fotografías: “Slow down”, que es detenerse, ir más despacio. Esto es lo contrario del vértigo, la velocidad, la superficialidad, en la cual el mismo Paul cae al principio de la escena en la que ven las fotos porque no puede mirar lo que está delante de él, y Auggie lo hace mirar y a nosotros como espectadores también nos hace pasar del ver al mirar.

Es en Paul en quien la traducción se ve claramente, al poder empezar a transitar un duelo, al reencontrarse con la imagen de la esposa muerta en ese asalto en el banco. Es como si empezara a partir de allí a traducir el episodio que tan desolado lo había dejado. Es más, la siguiente escena lo muestra escribiendo que es lo que él no había podido hacer durante todo ese tiempo, había quedado detenido. A nosotros nos interesa marcar este momento como un momento en el que vuelve a aparecer la subjetividad de Paul, que había quedado congelada en un duelo que parecía no tener fin. Luego esto inaugura en la película otra temporalidad, una temporalidad que es de una circulación distinta de bienes, de objetos, de dinero. Inclusive el final de la película tiene que ver con otra devolución que Auggie le hace a Paul, consecuencia de una muy curiosa circulación de dinero que hubo; una circulación que cuestiona la temporalidad y la significación del capitalismo que yo mencionaba antes, porque el acento va a estar puesto en el dar, la preocupación de todos los sujetos de la película va a ser dar, no recibir sino dar. Y no va a tener que ver con el acumular. Finalmente el dinero en la película se va desvaneciendo y lo que va quedando es esta escena última, en la que Auggie le hace un regalo a Benjamin: un cuento de navidad. Podemos observar también la posibilidad de contacto con el otro que en la película está muy remarcada, y hace a una ética ligada al otro, diferenciada de la ética del consumo que anula al otro, por la masificación y aislamiento que había señalado previamente. La tabaquería es un lugar de reunión - siempre decimos que de resistencia - en medio de New York, donde se establece otro tipo de lazo, otro tipo de legalidad entre los sujetos, hay una reapropiación del discurso, una mirada crítica inclusive en lo relativo a la política yanqui, pero también en términos de la temporalidad y del contacto con el otro. El clímax de alguna manera ocurre en este abrazo que le da Auggie a Paul en el momento en el cual se encuentra con la imagen de la esposa, la escena en donde él lo abraza, lo toca, que tiene que ver con la idea de contacto fuerte con el otro, además de la idea de circulación de bienes por fuera de todo tipo de acumulación en donde el donar es lo que está todo el tiempo en juego.

Está la idea de grupalidad entonces, porque esto transcurre en grupo, en un grupo que son todos los que forman parte de esta tabaquería. Estos sujetos parecen rearmar, a partir de esa trinchera que es la tabaquería, parecen rearmar una trama intersubjetiva de la mano de una subjetivación de cada uno. Coincidiendo con la creación de diversos proyectos individuales. Es salir de la insignificancia y volver a un mundo de la significación. Pasaje de la heteronomía a la autonomía. El dar y el compartir, en lugar del consumir y acumular, señalan otra ética posible para la sociedad y los sujetos que la componen.